La patrística se desarrolla
desde el periodo postapostólico (s. I d.C.) y culmina entre los
ss.V-VIII. Coincide con un periodo de cristianización, se puede
decir que la patrística es la génesis de la doctrina cristiana. Su
objetivo es hacer que el hombre comprenda una verdad revelada por
Cristo, y sólo así se puede ser un auténtico cristiano.
Hay dos fases:
1.- Implantación de
una iglesia unitaria y poderosa, momento en que se aprueban los
dogmas principales de la iglesia y que culmina con el Concilio de
Nicea.
En esta etapa la filosofía
se ejercita para defenderse de los ataques exteriores y de las
interpretaciones peligrosas hechas desde dentro del cristianismo, a
las que se considera herejías. No se distingue entre filosofía y
teología.
El cristianismo fue en sus
orígenes un movimiento de clases humildes, a las que se ofrece un
saber que el Padre había ocultado a los cultos, y así podían
salvarse internamente.
Las capas más bajas de la
población tenían un contacto muy superficial con la cultura; los
romanos cultos despreciaban a los cristianos porque lo suponían un
retorno a supersticiones y fanatismos, pero si el cristianismo
quería extenderse por toda la humanidad debían ganarse también a
los cultos, y el único modo de hacerlo era hablando su misma lengua.
La primera filosofía
cristiana fue hecha por los padres de la Iglesia, que han elaborado
una doctrina hecha enteramente por la Iglesia, y así se interpreta
el cristianismo desde conceptos de la filosofía griega. Se
interpreta la filosofía clásica desde el cristianismo.
Este intento se llevó a
cabo con constante atención a la fe. Es una filosofía en tensión
con dos polos: razón y fe; el equilibrio entre ambos se logra pocas
veces, y se piensa que el que mejor filosofa es el que lo hace desde
la fe. Pero las estructuras fundamentales de la ideología de la
antigüedad.
Las cosmogogías, por
ejemplo, no influyeron en la estructura del cristianismo. La mayor
influencia viene del neoplatonismo, y esta influencia, como es
lógico, estuvo marcado por las fuentes disponibles, que eran muy
pocas. De Platón se disponía del “Timeo” en una traducción
incompleta y contaminada por el nuevo neoplatonismo.
Filón de Alejandría acercó
el pensamiento griego “haciendo puentes” entre la religión
bíblica y los estoicos, neopitagóricos y platónicos.
Aristóteles era un
poco desconocido en un principio, ya que de él sólo circulaba una
traducción de “De Interpretatione” hasta que en el s.XII se
introduce la “Física” y la “Metafísica”.
El Estoicismo
influyó en su vertiente popular e ideológica, su ética es una
clara influencia.
Los Apologistas llevan a
cabo la primera actividad de elevación de la fe cristiana. Comienzan
en el s. II y escriben en defensa del cristianismo contra los ataques
y las interpretaciones herejes. Tienen un cierto barniz filosófico y
dirigen sus escritos a los poderosos para defender la superioridad
moral del cristianismo. La revelación cristiana sería la filosofía
superior.
Justino “el mártir”
fue el primer apologeta, y su postura fundamental es que la doctrina
cristiana es la única filosofía segura y útil; siempre que la
razón sea bien ejercitada se llegará a sus posturas, y la razón no
es otra cosa que Cristo, del cual participa todo el género humano.
Justino es el único representante del no rechazo de la filosofía.
Se oscila entre un
reconocimiento y un rechazo de la filosofía, aunque los apologetas
tenían que usarla si querían defenderse (aunque fuera para
negarla). Por tanto, no se ha podido pasar de la filosofía para
difundir el lenguaje cristiano.
Justino defiende una luz que
ilumina a todos los hombres y así cabe esperar una revelación de
autores no cristianos. Los filósofos anteriores pudieron acercarse a
la verdad del cristianismo, pero no plenamente. Justino iguala la
razón a Cristo de tal modo que la verdad filosófica se compara con
el cristianismo.
Tertuliano mantiene
una actitud de rechazo hacia la filosofía. ¿Qué tiene que ver
Atenas con Jerusalem? Nada.
La revelación es la única
verdad y es revelada por la tradición. Las escrituras solo pueden
ser interpretadas por las autoridades eclesiásticas. Todo descansa
en la fe, y es la tradición la que nos permite conocer la enseñanza
de Cristo. Además de la fe hay otro testimonio: el alma, que es para
Tertuliano la voz del sentido común, las creencias del hombre de la
calle.
El camino de la razón a la
fe es abierto por Tertuliano. Para él, los filósofos son siempre
herejes, así, es necesario buscar la verdad de Cristo aún cuando la
investigación termina donde empieza la fe.
La Escuela de Alejandría
representa una actitud intermedia. En la línea de Filón de
Alejandría, Clemente creía en la reconciliación del antiguo
testamento con el cristianismo.
Establecieron una
clasificación de todas las ciencias y en la punta colocaron a la
teología, siendo la filosofía una ciencia auxiliar que debía ser
estudiada por los teólogos.
La revelación Dios/Hijo era
como luz y resplandor, así Cristo sería mediador entre Dios y los
hombres (postura neoplatónica). La fe podrá aprovecharse de todos
los escritos racionales hasta la época. La filosofía es un don
otorgado a los griegos que abre camino a Cristo.
Las escuelas enemigas del
cristianismo reducen el dogma a la razón. El cristianismo puede ser
interpretado desde la razón. Esta postura es defendida por gnósticos
y arrianos.
Los Gnósticos
promulgan una doctrina de salvación cuyo culmen se sitúa en el s.
II d.C. Estaban obsesionados por el mal; para ellos la salvación no
viene de Cristo ni del Espíritu Santo, no viene por la fe, sino por
la razón.
La fe es el conocimiento
original, no el definitivo; hay que superar a la fe. Se mezclan
elementos judeo-cristianos, religiones orientales, Platón y los
estoicos. Su teoría carece de todo rigor sistemático. Es un
movimiento minoritario.
Se pueden distinguir tres
tendencias:
- Judaizante
- Paganizante
- Helenizante
Se preocupan del hombre en
el mundo y tratan de ver de qué forma se puede salvar. Dios sería
el demiurgo alejado del mundo.
El principio del mal es
originado por un ser intermedio entre Dios y el hombre. El hombre
participa de un destello de la divinidad, pero la maldad impide que
el hombre conozca su origen. Esto se logra a través de la razón.
Cristo aparece como redentor
y hace que el hombre conozca.
El Maniqueísmo es
una derivación gnóstica (gnosis persa). Fue fundado por un persa
gnóstico llamado Mani (215).
En él entran dos elementos
en conflicto: el bien y el mal. El padre de la luz sería el bien, y
el padre de las tinieblas sería el mal. Jesús desciende del reino
de la luz, pero para ellos no es hijo de Dios, no estaba hecho de la
misma sustancia. Distinguen entre los elegidos (con mandamientos muy
rígidos) y los sirvientes.
El maniqueísmo se extiende
muy fuertemente por el norte de Africa.
Los Arrianos también
intentan racionalizar la religión. Su disputa más importante fue
acerca del dogma trinitario, sobre todo sobre la naturaleza de
Cristo. Para ellos Cristo no es Dios.
Arrio defendía que el hijo
de Dios estaba subordinado a él. Atanasio (sustituto de Arrio) opina
que Dios es Padre e Hijo. Los germánicos y los francos eran arrianos
en un principio.
A partir del 325, el
cristianismo adopta una forma diferente frente a los peligros
internos y externos. La Iglesia aumenta su poder y cada vez restará
más fuerza a la política del emperador.
El cristianismo hasta el s.V
se denomina primitivo, los cristianos vivían en comunidades y eran
perseguidos, y la Iglesia nunca reconocería el culto al emperador.
En el año 325 se aprueba que Cristo es hijo de Dios, por este dogma
hubo grandes discusiones. La Iglesia se hace importante al
convertirse en culto oficial; en el año 313 d.C. se aprueba la
libertad religiosa, y el Imperio romano empieza a favorecer el
cristianismo, aunque hasta el año 394 d.C. no se hará oficial.
El Concilio de Nicea
(325)
Quienes se oponían al dogma
de que Cristo era el mismo que Dios, eran los arrianos; si Cristo es
hijo de Dios quiere decir que ha sido engendrado y por tanto Cristo
no es eterno.
Para la jerarquía
eclesiástica, Dios toma tres aspectos: Padre, Hijo y Espíritu
Santo; y este concilio terminará con la condenación de Arrio.
Además se aprueban otras
medidas:
- No trabajar los domingos.
- Acudir a rezar a la iglesia (sólo en la iglesia, donde Dios está presente a través del Espíritu Santo).
- El celibato.
Así, el clérigo se
diferencia del resto de los ciudadanos. Aprobando este dogma se
tenían argumentos para defender la superioridad del Papa sobre el
emperador (si Cristo no fuera Dios, los sucesores de Cristo en la
tierra, los clérigos, no se diferenciarían en nada del resto de los
ciudadanos).
La Iglesia necesitaba este
dogma trinitario. A través de la presencia de Cristo en el mundo, se
tiene la creencia de la existencia de Dios.
Hace falta que Dios no sea
ese primer motor que nada tiene que ver con el mundo para poder
someter a los poderes terrenales. Así, mediante el dogma trinitario,
los representantes de la Iglesia se revisten de cierto aire de
divinidad y hacen de mediadores utilizando la iglesia para que Dios
habite en cada uno de los individuos a través del Espíritu Santo.
Después de Constantino, los
emperadores empiezan a inclinarse hacia tesis arrianas, pero en el
año 594, con Teodosio, el cristianismo se establece como religión
oficial dentro del Imperio, y a la vez se aprueba la divinidad del
Espíritu Santo.
2.- La segunda
patrística a partir del Concilio de Nicea.
La filosofía comienza a
distinguirse muy tímidamente de la actividad llevada a cabo por la
jerarquía eclesiástica. El mundo antiguo está en su última etapa,
los pueblos germánicos se van infiltrando a lo largo de todos los
frentes del Imperio romano, y la cultura pagana va desapareciendo.
En esta situación, San
Agustín elabora su doctrina y encuentra en el platonismo todo lo que
necesita. El pensamiento de San
Agustín representa la transición de un mundo clásico a un mundo de
la Iglesia. San Agustín asienta todos los argumentos de una nueva
filosofía, que va a tomar una fortísima influencia. Con todo, no es
un autor de un corpus cerrado, sino que su pensamiento sufre una
evolución.
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