Aparece
este movimiento filosófico generado por una serie de filósofos
(tres o cuatro) y del que surgirá una serie de reflexiones
iniciándose, así, una filosofía nueva. Este pequeño círculo de
filósofos tendrá una serie de discípulos y se formarán escuelas.
En este círculo de filósofos se genera primero la idea de una
filosofía positiva de la mano de Saint Simon, una especie de
Descartes del positivismo, pero quien lo lleve a su máximo auge será
Comte y, tras él, Spencer.
El
positivismo, que nace en Francia, tiende a desarrollarse en
Inglaterra, donde culmina. En esa época empiezan a aumentar las
relaciones internacionales y, así, se ve cómo una filosofía puede
ser internacional: el positivismo ofrece la primera filosofía
internacional tras Kant y Hegel.
Saint
Simon, perteneciente a la nobleza francesa, fue un noble que está
influenciado por las ideas de la Ilustración y apoyó la Revolución.
Su vida es típica de una novela romántica: fue militar y participó
en la Independencia de las colonias y, después en la Revolución
francesa. Saint Simon justifica sus acciones, a veces un poco
turbias, diciendo que necesitaba financiarse los estudios. Fue
militar, como buen noble, e hizo negocios con la compra de tierras,
hizo política con la Revolución francesa, comprando terrenos y
quedándose con las propiedades de los contrarrevolucionarios.
Además, publicó trabajos. Así, con ideas ya ilustradas, participó
del giro de ser de clase noble (conde) a apoyar la Revolución. Sin
embargo, ante los excesos de la etapa conocida como el Terror, se dio
cuenta de que había que ponerle final. Inicia una concepción de la
Revolución como un medio, no como un fin, para una sociedad nueva,
la sociedad industrial. Es el profeta de la sociedad industrial.
Saint Simon fue desarrollando una serie de ideas de forma
sistemática, pero no llegó a darles forma, algo que sí hará
Comte, más sistemático, que había sido secretario personal de
Saint Simon hasta que terminaron enfrentados.
Hay
un giro en la filosofía que enseña Saint Simon, la novedad es la
revolución científica, y la filosofía no puede mantenerse al
margen de ella: la filosofía no puede permanecer al margen de los
descubrimientos científicos. Así, comienza a desarrollar una
reflexión sobre las ciencias físicas y humanas, ciencias naturales
y humanas.
Tras
la derrota de Napoleón, Saint Simon publica un libro en el que
propone la idea de los Estados Unidos de Europa como conclusión de
la sociedad industrial. Habla de su configuración, de hacer un
parlamento europeo. La idea de la Europa unida sale de este autor,
como culminación de la fase de la sociedad industrial.
Marx
toma muchas cosas de Saint Simon, pero no toma el racionalismo
francés, sino a este autor como teórico de la sociedad industrial.
Para Marx, Saint Simon era un utópico (armonista), pues veía a
empresarios y trabajadores bajo una misma clase con intereses
semejantes, y los científicos por otro lado. Para Marx, los
intereses de los capitalistas (empresarios) y obreros no eran los
mismos, sino absolutamente incompatibles. Realmente, Marx era más
utópico que Saint Simon, y, aunque pretendió ser científico
realmente no lo fue, nunca lo consiguió. Lo que Saint Simon creía
es que las clases del capitalista y el obrero no eran completamente
contradictorias, mientras que Marx consideraba que sí lo eran: el
obrero debe levantarse sobre el patrón. Saint Simon optaba más por
una adecuación entre ambas dentro de una misma clase. En el siglo
XX, sobre todo en la sociedad americana, se empieza a hablar de la
integración obrera en el sistema, siendo ésta una de las ideas de
Saint Simon.
Saint
Simon hace un análisis de la Edad Media muy novedoso. Su idea es
hacer un análisis particular de la Edad Media, etapa considerada un
periodo oscuro y de fanatismo por los ilustrados. Pero Saint Simon
dirá que esta es la etapa en la que la que aparecen los gérmenes de
un nuevo sistema: la sociedad industrial. Este sistema se basa en dos
poderes, el poder militar (político) y el poder espiritual
(religión), trono y altar son los fundamentos de una sociedad que se
constituyó en Europa entorno al siglo X, con Carlo Magno. La Edad
Media, para Saint Simon es una sociedad organizada y estable. La base
del poder era el poder político (militar), y el poder espiritual
daba estabilidad, así se consigue un sistema estable y organizado.
Pero en el Renacimiento comienza una época crítica y se rompe con
el sistema anterior. Hay que tener en cuenta que un sistema no se
rompe del todo hasta que no se da una alternativa, y la alternativa a
la sociedad medieval es la sociedad industrial.
Esta
ruptura que comienza en el Renacimiento culminará en la Revolución
francesa. En el Renacimiento se rompe con el poder del clero porque
hay otro sistema gestándose en el anterior, en el medieval. El
sistema industrial no aparece de golpe en el Renacimiento, sino que
su origen está ya entorno al siglo X, cuando en ciudades como París
aparecen las dos fuerzas que escapan de la Iglesia y el emperador,
son las clases industriales, empresarios y artesanos. La otra fuerza
que aparece, sustituyendo al clero, es la ciencia. Saint Simon
empieza a darse cuenta de que el poder clave que sustituye al clero
es la ciencia, que se constituye en las universidades. Psicología,
sociología e historia son las ciencias humanas del hombre, que ya
tenía necesidad de ellas. Saint Simon, y Comte después, las
explicarán y clasificarán en detalle. La universidad no es una
institución privada, sino que en su origen nace de la necesidad de
las relaciones ciudadanas, la necesidad de la medicina, el derecho,
etc. Otra cosa es que luego sean ocupadas por el clero. La
universidad representaba el poder de las ciudades frente al Papa y al
emperador, aunque este poder sea muy débil en un principio.
Saint
Simon, en su estudio de las sociedades en la Edad Media, aprecia que
en el Renacimiento hay ciudades poderosas. Ve cómo históricamente
se desarrollan las ciudades, cómo este desarrollo culminaría en la
Revolución francesa, momento en que la sociedad es bastante fuerte,
y las dos clases industriales están unidas frente al orden feudal.
Saint Simon insistía en esta unidad, así empresarios y obreros
aparecen unidos. El orden industrial son estas dos clases, que no
eran excluyentes. Cree que en la Revolución francesa esas clases ya
eran suficientemente poderosas, y sólo necesitaban el reconocimiento
de su poder.
Saint
Simon representaba una posición diferente a la de los
revolucionarios. El régimen preferido por él es una monarquía
constitucional, no absoluta. Pero no llegó a verlo, pues antes
fallece. Para él, el Terror es un intento de sustantivar la
Revolución y en esto estaban equivocados, porque la Revolución
francesa debe detenerse en algún momento, su función es romper los
restos del Antiguo régimen, tras lo cual debe parar. Para Saint
Simon, esa sociedad que debe salir de la Revolución francesa ya está
formada: por una parte está el poder político, que son las clases
industriales, y por otra parte está el poder religioso, que será
sustituido por la ciencia. De este modo, la idea es sustituir el
poder del clero, basado en mitos y que se utilizaba en sociedades que
no conocían científicamente la naturaleza, por el poder de la
ciencia.
El
positivismo es un movimiento que empieza criticando a la filosofía
por sus principios abstractos, que sirven para destruir el Antiguo
régimen, pero no para crear una nueva sociedad. En este sentido, el
positivismo es anti-idealista. Pero, una vez destruido el régimen
anterior, hay que buscar unos principios. Aquí aparece la separación
del positivismo y la Ilustración.
Saint
Simon intenta hacer una filosofía de la sociedad, hay que establecer
una nueva teoría que tiene que ser científica, hecha por
sociólogos, por científicos sociales. Tiene que aparecer un enfoque
científico en el estudio de las ciudades para completar el saber
humano. Comte llamará a esto sociología, aunque, para él, no será
ciencia propiamente dicha, porque dice que una ciencia en la que el
objeto es el propio sujeto no puede ser ciencia, y esto lo piensa
sobre la psicología introspectiva. Comte criticará la psicología
introspectiva y generaliza la postura de Saint Simon. En el siglo
XIX, la psicología experimental es diferente. Saint Simon tiene que
hacer una reflexión sobre la ciencia: qué son las ciencias, cómo
se constituyen, etc.; pero será Comte quien dé una explicación más
detallada sobre el origen de las ciencias y su constitución.
La
teoría de los tres estadios de Comte se basa en la distinción que
hace Saint Simon entre sociedades militares y sociedades
industriales, pero Comte dará una explicación más sistemática y
de carácter universal. Entre las sociedades militares y las
sociedades industriales habría un periodo de transición que Comte
identifica con la filosofía, porque no son todavía sociedades
industriales. Para él, el primer estadio es el teológico,
correspondiente a las primeras sociedades. Luego, con la sustitución
de los dioses por principios abstractos, vendrá el estadio
filosófico y, finalmente, aparece la ciencia en el estadio positivo.
Saint
Simon había observado la historia para sacar esta especie de ley, y
lo que hace Comte es generalizarla y aplicarla a la historia de la
humanidad. Además, dice que este ciclo se repite. Por ejemplo,
después de Grecia, que sería el estadio filosófico, comienza otra
vez el estadio religioso. De todas formas, tanto Comte como Saint
Simon creen que la Revolución francesa supone un estadio nuevo en la
humanidad, y deben aparecer unas fuerzas que acaben estabilizando una
sociedad organizada.
La
teoría de los tres estadios de Comte surge de una visión de la
historia con criterios positivos, no formales como los de Hegel, el
cual desarrollaba una explicación estática. Así, falta la
explicación dinámica que Comte trata de hacer ver a través de la
teoría de los tres estadios. Comte interpreta la historia, donde los
dioses griegos se cambian en la Modernidad por principios más
abstractos, como en la filosofía metafísica de, por ejemplo,
Descartes y Espinosa. Asimismo, la fuerza militar se sustituye por la
ley. El tercer estadio sería la sociedad industrial, en la que el
científico y el filósofo sustituirán a los metafísicos. Esta es
la idea de Comte, que afina la teoría de Saint Simon.
Para
Comte, el tercer estadio o momento positivo, habrá que redefinir la
política, hay que sustituir el poder militar y religioso por la
ciencia y la coronación de la sociedad industrial. Comte introduce
la idea de que las filosofías positivas deben sustituir a la
metafísica, y la clase obrera al ejército. Hay una crítica a la
Modernidad del idealismo, se trata de superar a Hegel. En el marxismo
aparece como proyecto, pero es más científico el positivismo, que
es válido aún en sociedades industriales.
La
ley de los tres estadios de Comte es una formulación positiva de la
idea de progreso de la Ilustración. Comte dice que cada filosofía
depende de la fase histórica en la que está, por eso no dice lo que
va a venir después de la sociedad industrial. Ni Comte ni nadie
saben lo que vendrá después de las sociedades industriales. La
filosofía de la historia de Hegel es positiva en cierto modo, pues
se puede comprobar empíricamente, no hay conceptos metafísicos como
la razón. Esto es el positivismo, se basa en lo que hay y no predice
el futuro. En la sociedad industrial, el poder no está en función
de la fuerza, sino de la economía. En relación a esto, Spencer hace
una profecía y dice que los movimientos como el engelsiano, acabarán
triunfando, pero constituirán un regreso a una sociedad militar
debido a la intervención del estado en la economía. Así fue: el
marxismo soñaba con una sociedad industrial, pero lo que acaba
provocando es una sociedad militarista. Además, la riqueza se
obtiene de la explotación de las clases obreras, no de la
esclavitud, como en la sociedad militar.
Saint
Simon y Comte dicen que la sociedad progresa; por ejemplo, el paso de
una sociedad militar a una sociedad industrial produce un progreso.
La
teoría de los tres estadios de Comte atiende también al carácter
económico, a la economía, y esto aparece también ya en Saint
Simon. El marxismo, en este sentido, exageró el positivismo, pues el
criterio económico no será el único para analizar toda la
historia. Pero la Revolución industrial no se entiende sin la
ciencia, es economía y ciencia. La historia no se interpreta en su
totalidad en términos económicos, como hace el marxismo, porque los
criterios económicos son insuficientes para explicar las
transformaciones políticas. Ni Saint Simon ni Comte dicen que el
criterio económico sirva para estudiar toda la historia, ya que es
propio sólo de sociedades industriales, y además no es la única
característica de estas sociedades. El ver el criterio económico
como único criterio para analizar toda la historia es una
exageración del marxismo, que utiliza un descubrimiento positivo y
lo aplica por igual en el análisis de toda la historia. Pero, para
explicar la sociedad antigua, por ejemplo, el criterio económico no
es suficiente. Según Saint Simon, una sociedad moderna es una
sociedad económica por la ciencia.
Así,
la economía, según Saint Simon, no se entiende sin la ciencia en
las sociedades modernas. Para Saint Simon, ciencia, en sentido
estricto, es la ciencia moderna. Aristóteles, por ejemplo, no tenía
una idea de ciencia en sentido estricto, no se tenía una idea de
ciencia como la moderna. Saint Simon quería hacer una ley universal
válida para todas las ciencias, como la ley de gravitación
universal, pero en ciencia no son lo mismo unas ciencias que otras.
Este conocimiento especulativo de las ciencias está en función de
las sociedades. Según Comte, primero aparecen unas ciencias y luego
otras, y la sociología es la ciencias desarrollada para la sociedad
que permite la organización de la sociedad de modo científico. Para
Comte, las ciencias tienen métodos diferentes, no son los mismos los
de la mecánica que los de la astronomía. Las ciencias humanas
también tienen una base experimental, siendo la principal la
historia en cuanto análisis comparativo de sociedades históricas.
Después vendrá la antropología. Comte dice que no hay una ciencia
única, sino que cada ciencia tiene su método y sus
particularidades. Para Comte, la sociedad industrial debería ser
dirigida por científicos y filósofos, y lo mismo diría Saint
Simon. Así, en los parlamentos se elaboraría la idea por los
científicos, filósofos y sociólogos para que, luego, se lleven a
cabo las leyes.
Apreciamos
en Comte una tendencia antidemocrática al abogar por un gobierno de
los científicos. Para Saint Simon, no era así, lo que pedía era
cierto poder para el científico. Además, habría un cuarto poder:
la prensa que configura la opinión pública, es el poder espiritual
y deberá estar presidido por científicos y filósofos. El poder
espiritual se transforma en formadora de la opinión pública, según
Comte. La prensa se hace mediadora, y los medios son un poder en
masas de gente que no son ni filósofos ni políticos. Debe limitarse
la libertad popular para que no opinen los que no son expertos. La
tendencia de Comte es más anti-liberalista que la de Saint Simon, ya
que vivió la época de restauración de la monarquía absolutista
tras Napoleón. Con la Revolución de Abril, la filosofía que
triunfa es la de la tradición inglesa del sentido común, pues su
época de democracia constitucional fue muy mala. Comte propone una
tradición autoritaria, el gobierno del científico y el filósofo.
Sin embargo, Spencer hablará de una sociedad industrial como una
democracia liberal.
Stuart
Mill será quien introduzca a Comte en Inglaterra, aunque discute por
el tema de la religión. Comte dice que debe gobernar un poder
espiritual, pero no el de la religión, es decir, no hay que crear
una religión como algo que cree el sentimiento de los grupos, por el
culto a la moralidad, sino que habla de una religión positiva, no
metafísica. Los santos sería los científicos (Galileo, Platón,
etc.). Comte vivió la Revolución francesa, el culto a la razón,
incluso se constituyó un calendario no religioso que fracasó. Pero
Comte se inspira en esto para decir que la sociedad industrial
sustituirá el calendario religioso por una promesa atea. El paso de
estas ideas a Inglaterra se da porque Comte se decantó por la idea
empirista prekantiana, la idea positivista encaja con el empirismo
inglés.
Aparece
la figura de Spencer, que culmina la tradición positivista y
extiende la idea de progreso a la historia de toda la naturaleza, no
una idea de progreso en la naturaleza o evolucionismo. La historia de
progreso de la Tierra, del universo, es hacer una filosofía general.
Lo
que se le puede criticar al positivismo es que acaba produciendo la
disolución de la filosofía sustituyéndola por la ciencia o
reduciéndola a un lugar muy auxiliar. El positivismo es un
movimiento anti-idealista, pero flojea porque se mantiene en
presupuestos prekantianos. El positivismo no asimila el trascendental
kantiano y vuelve a posiciones prekantianas, pero ya no se puede ir
hacia atrás de Kant.
En
la crítica de Kant a la metafísica hay una ambigüedad. Kant
elimina la metafísica aristotélica, ya que la filosofía debe
construir una reflexión por encima de las ciencias. En el
positivismo se formuló la “metaciencia” en lugar de la
metafísica o la filosofía. Pero, al eliminar la metafísica
tradicional, Kant eliminó su función. Así, para poder seguir
habría que introducir otra fundamentación, cosa que el empirismo no
hace, es aristotélico. El error está aquí, en volver a posiciones
prekantianas, en seguir preso de Aristóteles. Hay una incapacidad de
los ingleses (empiristas) para conocer la filosofía alemana. El
positivismo no es una filosofía auténtica.
Para
Ortega, tras la muerte de Hegel, se produce una criba del nivel en el
problema filosófico, que era el positivismo o el marxismo, que
también es anti-idealista y se asocia como reacción contra Hegel y
el regreso a una metafísica prekantiana, que es el materialismo.
El
marxismo, más que una filosofía de la historia presenta un
dogmatismo que regresa atrás poniendo la materia en el lugar de
Dios. Se recela de la filosofía supeditándola a la política. En el
marxismo hay influencia del positivismo, la economía inglesa y el
racionalismo francés (Saint Simon). El marxismo trató de ser
científico, pero sin conseguirlo, es más bien un movimiento
político y social que supone una revolución con la que Marx entra
en la escena internacional. El problema del marxismo, visto ahora, es
que en economía cometió errores muy serios (como la astronomía
ptolemaica), y los análisis en los que se basa Marx suponen una
teoría precientífica. El error se da por usar una preciencia.
El
primero en hacer una mezcla inteligente de marxismo y teoría
económica fue Keynes, que contribuyó al desarrollo de una teoría
más científica. Las creencias de Marx estaban equivocadas.
Aquí,
la contraposición central es Saint Simon/Marx. Saint Simon es el
profeta de la sociedad industrial, y creyó que clase obrera y
trabajador podrían complementarse. Sin embargo, Marx cree que no,
que son incompatibles, aunque no pudo justificarlo. Y, si se llegó a
la integración que pensaba Saint Simon, fue también por
intervenciones como la de Keynes.
Lo
que cogemos del marxismo o del positivismo es que podemos ver el giro
o dirección antropológica, es decir, empiezan a ponerse en el punto
de vista del hombre. Así, la teología debe ser interpretada desde
la antropología. Hay que ver cómo, a partir del hombre, se producen
los dioses. Esto es lo más revolucionario, que los hombres hicieron
a los dioses a su imagen y semejanza. La antropología se convierte
en lo que era antes la metafísica. Comte sustituye la religión por
el culto a la humanidad.
El
ser en el mundo, el sujeto en el mundo es lo que se lleva a la obra
de Heidegger, el hombre como un ser en un medio, en la naturaleza. Se
crea una antropología del ser humano en relación con la naturaleza,
que es de donde salen las ideas. Esta es la idea de Feuerbach, que,
luego, a la hora de hacer filosofía, introduce el materialismo y
comete un error. No fundamenta, sino que mezcla una filosofía
anterior y sale un materialismo dialéctico. La idea de Feuerbach de
la creación de unos dioses que se nos hacen extraños, es pasada por
Marx a la economía en un intento por hacerla científica, cosa que
no es, pues es filosofía.
Al
ver el vitalismo, ahora se podrán comparar las corrientes clásicas
griegas, como el estoicismo y el epicureísmo, como dos modelos de
estéticas antiguas. El kantismo será la época de Sócrates para la
filosofía griega. Buscamos ahora la comparación, la corriente
estoica estaría unida al vitalismo. El marxismo se parece al
estoicismo; pero, desde el materialismo, esta semejanza hace que el
materialismo sea una filosofía antigua. La posición equivalente
ahora es el vitalismo, una filosofía que tiene una condición que es
nueva. Marxismo y positivismo vuelven a posiciones prekantianas, pero
el vitalismo es algo nuevo que admite a Kant.
No hay comentarios:
Publicar un comentario